Artículo invitado de Chris Ellis | Extraído y traducido de CMSWire Dec 11, 2020 | Enlace original.
Trabajar desde casa fue una vez una ventaja que sólo las compañías más avanzadas ofrecían para poder reclutar a los mejores talentos. Antes de la pandemia COVID-19, sólo el 7% de los profesionales en activo tenían el beneficio de un lugar de trabajo flexible.
Sin embargo, la tecnología disponible hoy en día ha permitido aumentar la conectividad y la eficiencia para el trabajo a distancia. Y con el 42% de la fuerza laboral de EE.UU. trabajando ahora desde casa, hay una prueba real y fehaciente de que las operaciones de la compañía no dependen de una oficina.
La pandemia sólo aceleró lo inevitable. La tendencia hacia un lugar de trabajo más flexible ya figuraba en los planes de muchas compañías, incluso antes de la pandemia. Los desplazamientos se fueron haciendo cada vez más largos, lo que puede repercutir en la salud y el bienestar de los empleados, con el consiguiente aumento del riesgo de depresión, obesidad y disminución de la productividad.
Otro factor fue el aumento del costo del espacio de oficina. El año pasado, el costo global del alquiler de oficinas de primera clase aumentó en un 3,6%. La pandemia sólo ha empujado a las organizaciones a reexaminar sus presupuestos inmobiliarios, especialmente desde que la productividad no ha disminuido en el paso al trabajo remoto.
Una cultura laboral ya cambiante combinada con la pandemia creó inadvertidamente la edad de oro del trabajo desde casa.
Una mezcla oportuna de tecnología avanzada y cambio de comportamiento. Con los lugares de trabajo remotos convirtiéndose en el nuevo estándar, es importante preguntarse: ¿por qué este experimento de trabajo masivo desde casa ha tenido tanto éxito? La respuesta se encuentra en una combinación de tecnología avanzada, la disminución del uso del transporte y un aumento progresivo en el tiempo de desplazamiento al puesto de trabajo.
1. La automatización de las tareas rutinarias abre la puerta a un trabajo de mayor nivel
La interacción en persona entre trabajadores se eliminó prácticamente de la noche a la mañana en las oficinas de las empresas como resultado de la pandemia. Este cambio exacerbó los flujos de trabajo manuales que típicamente requerían que un empleado se acercara al escritorio de un compañero de trabajo para mantener los procesos repetitivos, como dejar los formularios firmados, moverse. Entrar en la tecnología de la inteligencia artificial (IA).
Los avances en el software de flujo de trabajo de la IA han hecho que la automatización de las tareas rutinarias sea fácil para las empresas de todos los tamaños. La automatización de los procesos mantiene estos proyectos en movimiento por sí mismos sin necesidad de acciones manuales y en persona de los empleados. Por ejemplo, en lugar de que los representantes de ventas dediquen tiempo a tareas repetitivas como la introducción de datos y la generación de presupuestos, pueden dedicar más tiempo a captar clientes.
La automatización permite una experiencia remota mucho más racionalizada y, en última instancia, reduce las tareas rutinarias de gran volumen y abre los calendarios de los empleados.
2. Los tiempos de desplazamiento se han disparado en los últimos 10 años
No importa si los trabajadores regresan a la oficina o no, el resultado final es el mismo: los tiempos de desplazamients sólo han aumentado en los últimos años. Dependiendo de la región, el promedio de los viajes puede durar entre 25 y 31 minutos. Los viajes largos también dan lugar a la “paradoja del viajero”: cuanto más tiempo pasan los trabajadores viajando, menor es su bienestar.
Si bien es cierto que los empleados están experimentando jornadas de trabajo más largas desde su casa en medio de la pandemia, también están más satisfechos. El 83 por ciento de los trabajadores de oficina ahora quieren trabajar desde casa al menos un día a la semana, y una de las razones principales es la falta de un viaje de ida y vuelta al trabajo.
En última instancia, a los trabajadores no les gusta viajar y les encanta tener más tiempo en su día. Y los empleadores están utilizando esta nueva satisfacción creando políticas más sólidas de trabajo desde el hogar para el futuro.
3. La videoconferencia es lo mejor que ha habido nunca
Podría decirse que la tecnología más vital que actualmente mantiene a los trabajadores conectados es la videoconferencia. Aunque las videoconferencias existían mucho antes de la pandemia, una cultura de oficina mayormente personal hizo que su uso fuera errático.
Sin embargo, cuando las oficinas comenzaron a ser remotas en marzo de 2020, la videoconferencia se convirtió en una necesidad. La aplicación Zoom experimentó el “boom del Zoom”, duplicando sus ingresos desde el primer trimestre de 2019 en el primer trimestre de 2020 a medida que se disparaba la demanda de interfaces de vídeo fáciles de usar.
Además, la conectividad virtual es muy prometedora. La realidad virtual (RV) podría permitir algún día una experiencia en la que los empleados se sientan como si estuvieran sentados en la misma sala de conferencias que sus compañeros de trabajo durante las reuniones a distancia.
4. El transporte público ya estaba en caída libre antes de la pandemia
La rápida disminución del uso del transporte público comenzó en 2018 cuando los expertos calificaron la caída del número de pasajeros como una “emergencia” para las ciudades. La pandemia no ha hecho más que exacerbar esta disminución, ya que el número de pasajeros se ha reducido aún más en muchas ciudades importantes.
El futuro del transporte público después de la pandemia también está en tela de juicio. Muchos pasajeros temen utilizar el transporte público por miedo a exponerse al coronavirus. Y aunque existen alternativas como caminar, andar en bicicleta y conducir, es posible que estas opciones no funcionen para los empleados con largos desplazamientos o los que residen en ciudades que no son propicias para la conducción.
El tiempo dirá cómo será el futuro del trabajo. Sin embargo, el auge de la tecnología de automatización y de las herramientas de videoconferencia ha servido como antídoto a los cambios de comportamiento, incluyendo la disminución del número de pasajeros del transporte público y los viajes prolongados. Si estos marcadores son una indicación, el Ministerio del Interior puede ser un elemento básico en los años venideros.
Artículo invitado de Chris Ellis | Extraído y traducido de CMSWire Dec 11, 2020 | Enlace original.
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